El dolor está en cada ápice de nuestras vidas. No es solo físico y no tiene por qué ser malo. Es un recurso de la vida para decirnos que podemos sentir, que estamos vivos. Nos empuja al cambio. Es un sentimiento de aprendizaje. Cambiar para evitarlo es supervivencia.  


Por otro lado, el dolor es de las pocas cosas que une opuestos como nacer y morir. Nacemos sufriendo y, muy probablemente, nos iremos igual, es inevitable. Lo que nos queda es un largo entrenamiento para soportarlo. El arte puede nacer del dolor. En su inspiración, por todo aquello que nos provoca desgarros en nuestro interior. También puede morir con dolor. Esta vez, en su expresión. Vivir del arte es jodido, pero se puede. Con sangre, sudor y lágrimas, se puede. Doloroso Studio lleva una gota que representa esos tres líquidos que tanto cuesta sacar.


Doloroso Studio es un productora audiovisual. Somos entusiastas del cine y vemos la vida a través de un frame de 35mm. Nuestro equipo se compone de guionistas que aman el placer de narrar historias; de cinematógrafos que tienen lentes en lugar de ojos; y de diseñadores que se han forjado viendo las majestuosas etiquetas de los vinos de Jerez.


Tenemos un estilo muy concreto. Pretendemos ser una marca en sí misma. Creamos aquello que nos gustaría que nos pidieran hacer. Somos nuestro mejor y peor cliente.

Sin dolor no se graba un recuerdo a fuego, ni se sangra, ni cala dentro de ti. Tampoco se vive ni se ama. Lee esta última frase otra vez y recuerda: el dolor es necesario. Usarlo para expresarte es una decisión tuya.



Antonio Capote | Director de Doloroso Studio